domingo, 22 de noviembre de 2015

El fin de semana de los bailes

La vida siempre tiene la manera de hacerme feliz, con un fin de semana lleno de buen fútbol en el que las sopresas, la emoción y hasta la decepción fueron protagonistas en esta pista de baile.

La primera rumba fue entre el Barcelona y el Real Madrid, un partido en el que el visitante se bailaba al local con un juego sencillo pero contundente, y donde los jugadores del Real Madrid con su desconcentración y parsimonia, jugaban el peor partido de los últimos tiempos. Fue un clásico en el que Barcelona se dio cuenta que su jugador estrella no es un jugador irreemplazable, que el equipo liderado por Iniesta puede marcar 4 goles perfectamente y que tienen un guarda meta increíble que anuló toda posibilidad de grito de gol de los madridistas que intentaban recuperarse de ese baile que los dejó llenos de dudas y decepción.


Continuaba el fin de semana e iniciaba la última fecha de la Liga Águila, una liga que no se compara con un torneo español, ni italiano ni mucho menos inglés, pero que al fin y al cabo es la liga de mi país en la que increiblemente me hace sentir más cosas que cualquier otra y en la que esta fecha en particular tiene más relevancia y sentimiento que cualquier cosa pues se conocería el baile de los 8 clasificados. 


Alianza Petrolera, Santa fé, Cali, Patriotas, Millonarios y Equidad, luchaban por uno de los tres puestos que hacían faltan para completar este selecto grupo, y con calculadora en mano jugaban el partido del año que arrojó la lista de los clasificados de  esta liga en la que el líder rotundo, Atlético Nacional, rompió un nuevo récord en el fútbol profesional colombiano, es la primera vez que un equipo colombiano clasifica con 45 puntos en torneos cortos y cuenta con 80 puntos en la tabla de reclasificación. un equipo que sin mucho esfuerzo y con una correcta jerarquía, llegó a la cima de estas tablas para quedarse con todo.


En medio de estos bailes, clasificó un Deportivo Cali mediocre que en el último minuto anotó el gol que los arrastraría hasta el séptimo lugar y un Independiente Santa Fé que cayó contra Millonarios pero que gracias a la diferencia de goles pasó a la siguiente fase como pasaría un estudiante universitario que se relajó en el semestre, en 3,0.


Emoción, ilusión, decepción, tristeza y alegría hacen de esta liga, una de mis preferidas y no precisamente por su fútbol, pero hizo que este fin de semana estuviera cargado de emociones y de bailes, en los que a unos se les olvidó bailar y otros brillaron en la pista pero más importante aún donde unos cuantos aprendieron que en el fútbol como en la vida hay que saber bailar al son que le toquen.




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